LA NACION en QatarPenúltimo para largar, pero... Cambia, ¿todo cambia? La expresión triste de Colapinto el sábado puede virar en los próximos díasPor Orlando Ríos, enviado especial
LOSAIL, Qatar (para LA NACION).– Caía la noche qatarí en el paddock del circuito de Losail, a 35 kilómetros del centro de Doha. El viento incansable del golfo Pérsico, a entre 5 y 10 kilómetros por hora, protestaba al chocar contra los edificios del paddock y de las tribunas, envueltos en imitación de mármol blanco. En la fan zone, el público de todas las nacionalidades se divertía jugando a cambiar neumáticos de Fórmula 1 y en simuladores de conducción. Un DJ llegaba con el retumbar de los bajos de sus mezclas rítmicas hasta las mismas puertas de los hospitalities de lujo, preparados por el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani.